sábado, 28 de septiembre de 2013

Qué le pasa a nuestra economía?

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Si indagamos un poco por Internet  veremos que es una pregunta bastante frecuente en casi todos los países en los que la crisis financiera se ha establecido. Hay muchos artículos interesantes con opiniones de todo tipo:
- la crisis financiera internacional,
- los empleos no han sabido evolucionar para tener un alto valor añadido, con lo cual se hace necesaria y urgente una reforma en la educación,
- imposibilidad de devaluar la moneda por pertenecer a la zona Euro,
- ....
Nuestra opinión y explicación a este problema es que la Globalización mal llevada ha hecho que el trabajo se haya ido a países emergentes (antes mal llamados el tercer mundo), donde la mano de obra es mucho más barata debido a que las condiciones de vida solían ser (y siguen siendo) lamentables. Pero, antes de continuar con nuestra economía, preguntémonos:

Qué le pasa a nuestro empleo?

Acaso las personas ya no quieren trabajar? Está claro que la respuesta es un rotundo No. Las personas lo que quieren vivir, y para vivir hace falta dinero, y el dinero se obtiene trabajando.  Cualquier persona, de los millones que ahora están sin empleo, no dudarían en coger cualquier trabajo digno que se les ofreciera (y desgraciadamente, también hay personas que por necesidad tienen que renunciar a lo de la dignidad).

El problema es que el trabajo se ha ido a otra parte. 

Fíjate a tu alrededor y verás que nos rodea un montón de cosas fabricadas lejos: una cama, un sofá, un colchón, ropa de vestir, cosas de limpieza, una taza con café, un teléfono, un ordenador, coches, aviones, barcos,... Casi todo hay que fabricarlo, y en gran parte de los procesos productivos, intervienen las personas. El empresario o la empresa que produce algo, lo que quiere es ganar dinero, los famosos Beneficios. La Globalización lo que hizo fue abrir fronteras, que todos pudiéramos comprar cualquier cosa de cualquier lugar del mundo, y que cualquier empresario pudiera producir en cualquier lugar del mundo también. El empresario no tardó en hacer cuentas y vio que si producía en países más lejanos, al ser más barata la mano de obra, aunque la logística y distribución se encareciera, todos los demás costes, bajarían, con lo que el beneficio aumentaría:




Y así fue, dicho y hecho! Los empresarios se fueron a países más baratos a producir los bienes que podían vender por todo el mundo. Lo que los gobiernos de los países no vieron fue que cuando antes, casi todo el dinero se quedaba en el país que producía el bien (mano de obra, materias primas, construcción de fabricas y polígonos industriales, empleos indirectos, recaudación de impuestos,... ) generando economía y riqueza, ahora, con la Globalización, todo eso desaparece, y solamente una pequeña parte del bien vendido en cada país, es la que queda (una pequeña cantidad para la distribución y venta, el impuesto final sobre el artículo vendido, y algo de los beneficios que responsables empresarios concienciados con su país, traían a casa.

Con la Globalización, el empleo desaparece y el dinero se va a otro lado.

La diferencia entre los dos modelos es brutal, algo que no debería haber pasado desapercibido a profesionales de la economía, pero como los bienes importados eran baratos, parece que no nos dimos cuenta y todos miramos para otro lado, disfrutando de la complacencia de 'comprar barato'.

Hoy, cuando hay 6 millones de parados,
todos nos preguntamos qué pasó y como se podía haber evitado.


Lo que nos está pasando es como el terrón de azúcar que se deshace en la cucharilla del café, que poco a poco desaparece....

La Globalización no está mal diseñada ni es mala en si porque da la oportunidad a países emergentes de mejorar su calidad de vida, pero no puede ser el motivo para que países ricos, lo sean todavía más y países desarrollados, vuelvan al tercer mundo. La Globalización bien entendida, es para que todos los países lleguen a un bienestar común. Los ricos siempre estarán, pero los pobres deben de dejar de serlo. No consiste en que uno que ya no es pobre, vuelva a serlo.

Y ahora, Qué hacemos?

Está claro que la solución es volver a traer aquí el trabajo.

Y cómo vuelve el trabajo?

Pues igual que se fue, haciendo que el empresario le sea más ventajoso, o por lo menos tan ventajoso, producir aquí que en otro lado, es decir, haciendo que el empresario aumente su beneficio!
Ya sabemos que en otros momentos se decidió hacer algo parecido: se proporcionaban ventajas fiscales, suelo a buen precio, subvenciones,... Y las conclusiones siempre fueron las mismas, el empresario es como el amante infiel, se va siempre con la que le prometa más y mejor en cada momento. Para conseguirlo, debemos ofrecer lo máximo para que la oferta sea irresistible. Lo máxima aspiración de un empresario es, y perdonen por las comparaciones, sustituir al hombre por máquinas que hagan su trabajo y no den problemas. No nos metamos a analizar esta demoledora comparación, lo cierto, y tendrán que reconocer conmigo, es que esa es la realidad y que cada vez hay más máquinas en nuestras vidas: hace ya tiempo, retiramos dinero de los cajeros automáticos, como si fueran los cajeros de toda la vida; hoy llegamos al banco y somos nosotros los que tenemos que hacer nuestros propios ingresos o pagos. Otros procesos productivos también han dejado paso a las máquinas, sobre todo los referentes a la fuerza en trabajos físicos: camiones, excavadores, cosechadoras, .... Incluso en trabajos 'intelectuales' que requieran de cierta agilidad, compra venta de acciones, ofertas para agencias de viajes,... internet en general, ya empiezan a aparecer. Todavía no ha llegado el día de que los robots piensen y sientan, pero sabemos que ese día está cercano. Mientras tanto, y volviendo a lo que nos ocupa,
al empresario habría que facilitarle ubicación y mano de obra. Diciéndolo de otra forma,
el Estado tendría que reinvertir lo que estimara recaudar con esta operación de 'promoción'.

Y algunos dirán: si eso es lo que está haciendo el Gobierno actual?

Pues tendremos que decir, que aunque este es el planteamiento del Gobierno con su Reforma Laboral, no lo ha sabido hacerlo bien. El principal fallo ha sido pecar de prepotente, no escuchar otras opiniones e ideas, obligar a la gran mayoría de la población a apretarse el cinturón y vivir de forma precaria, algunos sin trabajo y con necesidades básicas, y otros muchos con el miedo y la incertidumbre como nueva forma de vida. Y también les ha faltado recordar que  

Todos necesitamos de todos para poder salir de esta crisis.

Sin ánimo de centrarnos en la crítica, vayamos donde pensamos que debe estar la solución. La vida se ha encarecido tanto, que es imposible vivir con sueldos así de bajos y con tanta precariedad, y por ello, al Gobierno le ha faltado recordar, que la gente necesita cubrir sus necesidades mínimas para poder vivir con dignidad. Y ese cubrir las necesidades mínimas es donde tiene que ir el dinero del que hablábamos antes, con la reinversión. Pero la reinversión no después, sino antes, es decir, con Inversión! Esa inversión, iría destinada a crear una zona franca, donde trabajen y vivan personas que lo necesiten y quieran, con unas condiciones especiales. Unas condiciones de seguridad y tranquilidad que les garantice su futuro. Y esa es la idea de 2C: crear una nueva sociedad, una sociedad protegida, una sociedad/ciudad sostenible, que cubra todas las necesidades básicas y en la que se den las condiciones de confianza como para que esas personas sirvan de motor para el resto de la sociedad y en definitiva, de la economía del país. 
Otros países utilizan la fórmula de crear protectorados, condominios o paraísos fiscales. 

2C propone crear una ciudad en una zona franca, donde todos los habitantes sean propietarios de esa ciudad, donde se trabaje con tranquilidad, y donde se viva con normalidad…. 

Quieres saber cómo hacerlo?



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